La ONU afirma que la tasa de empleo entre las personas con discapacidad es casi la mitad que la del resto de la población. En todas las regiones del mundo, las cifras son aún más bajas para las mujeres.
La falta de sistemas escolares hace que muchas personas con discapacidad tengan menos oportunidades en el mercado laboral. Pero también hay una serie de otras razones. Una es que las personas con discapacidad a menudo están expuestas a la discriminación y se encuentran con actitudes negativas en la vida laboral. También puede ser la falta de comunicaciones disponibles hacia y desde el trabajo. Además, muchos lugares de trabajo no están adaptados para personas con necesidades especiales.
En muchos países, no existen leyes que abarquen la vida laboral y normas que prohíban la discriminación contra las personas con discapacidad. Las personas con discapacidad que trabajan también suelen tener salarios significativamente más bajos que los demás. Además, en una encuesta realizada en ocho países, casi un tercio de las personas con discapacidad afirmó que su lugar de trabajo no estaba disponible[1].
A nivel global, es mucho más común que las personas con discapacidad que trabajan lo hagan en el sector informal, o a través de sus propias actividades. En Mongolia, por ejemplo, es cuatro veces más común que las personas con discapacidad trabajen en el sector informal, en comparación con otros [2].
La ONU señala que todos estos obstáculos hacen que muchas personas que podrían trabajar no tengan la oportunidad de hacerlo. Lo que significa que constituyen un gran recurso laboral subutilizado [3].
No invertir en escuelas y lugares de trabajo inclusivos daña las economías de los países
El derecho de los niños a la educación es un argumento para invertir en escuelas inclusivas, pero también lo es el hecho de que perjudica las economías de los países cuando no se ofrece educación básica a todos los niños.[1]. Los países que no brindan a todos la oportunidad de recibir educación pierden grandes sumas de dinero en ingresos potenciales de personas que de otro modo podrían haber contribuido al desarrollo de los países.
Un informe de 2016 del Consorcio Internacional de Discapacidad y Desarrollo, IDDC, muestra que la pérdida de ingresos para los países de bajos ingresos del mundo asciende a miles de millones cada año. Según el último informe de la ONU, los costos de los mercados laborales exclusivos en países de bajos y medianos ingresos se estiman entre el 3 y el 7 por ciento del producto interno bruto.[2].
Ejemplo: Bangladés
Se estima que Bangladesh perderá $ 1200 millones en ingresos anuales debido a la falta de esfuerzos para garantizar que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de educarse y ser productivas en la vida laboral. Esto corresponde a alrededor del 1,7 por ciento del producto interno bruto del país.
Fuentes:
Informe sobre discapacidad y desarrollo, Naciones Unidas, 2018
Estrategia para el Desarrollo Inclusivo de la Discapacidad 2018 a 2023, DFID, 2018
IDDC. Costing Equity: el caso de la financiación de la educación sensible a la discapacidad, 2016.